A lo largo de su presentación, el también vocalista de Caifanes leyó poemas y varias frases en pro del cambio social.
Reforma
Ciudad de México, México.- El rock de Saúl Hernández se fusionó con el espíritu universitario en un viaje musical mágico y misterioso la noche del 2 de mayo en Ciudad Universitaria, de la UNAM.
El exlíder de Caifanes se plantó en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario y ofreció un concierto de más de dos horas, en el que su público le celebró todo y convirtió la usual solemnidad del recinto en un festín de gritos de "eres grande" y "te amo".
"Bienvenidos, gracias por estar aquí. La idea es invitarlos a un viaje mágico y misterioso", anunció Saúl cuando apareció, vestido todo de negro.
Canciones como 'Antes De Que Nos Olviden', 'Miedo' y 'Mátenme Porque Me Muero' se intercalaron con fragmentos de poemas y frases de aliento y cambio social.
"Somos signos de un alfabeto roto en este país y es nuestro deber reparar ese alfabeto", dijo, inspirado en un verso de Octavio Paz.
"La mexicana es una raza muy poderosa", mencionó en otra ocasión. "Si estamos viviendo este accidente de la sangre y la inseguridad es por un proceso de evolución, nada más".
Jóvenes en su mayoría, pero también adultos mayores de 40 años, coreaban las canciones de Caifanes, Jaguares y de la carrera como solista del mexicano, confirmando su magnetismo transgeneracional.
El show fue serpenteando como una víbora, regalando registros contrastantes. Al lado del músico de la Colonia Guerrero estuvieron una orquesta filarmónica, su banda de su proyecto individual, un conjunto oaxaqueño y la Internacional Sonora Santanera.
Sentado en el público se encontraba otro de los fundadores de Caifanes, Sabo Romo, y al darse cuenta el público de su presencia estalló e improvisó un "¡oe oe oe oé, Sabo, Sabo!".
Los temas 'Como Tú', 'La Boa', 'Detrás de los Cerros', 'Las Ratas No Tienen Alas', 'Sangre', 'Viento' y 'La Célula que Explota' también pusieron sabor a la velada.
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