El cantautor español presenta ‘Palosanto’, un material en el que busca dar voz a las protestas contra la desigualdad en el mundo.
Javier Rodríguez Labastida / CNN
Enrique Bunbury dejó atrás —por el momento—, su tradicional estilo de rock y las canciones de mariachi para hacer una producción enfocada a "lo social".
Movimientos sociales como el 15M en España, Ocupa Wall Street en Estados Unidos, las protestas en Grecia, la llamada primavera árabe e incluso #YoSoy132 de México fueron parte de las influencias que Bunbury observó en el mundo para escribir los temas incluidos en Palosanto.
“Hay una enorme cantidad de gente en todo el mundo, que siente la necesidad de mostrar su desencanto saliendo a la calle", dijo en entrevista.
“En los textos del disco existe la búsqueda y la necesidad del cambio. En la primera parte mirando un poco más hacia lo social, en la segunda parte hacia lo personal”, añadió.
El exvocalista de la banda española Héroes del Silencio dijo encontrarse en un momento “reflexivo y más sereno”, con relación a sus discos anteriores, incluidos los hechos con la agrupación.
Palosanto es el octavo disco de estudio del cantante, y por ser un material “conceptual”, explicó que simpatiza con la definición de “activismo musical, aunque no sé si es la mejor”.
En Palosanto, Bunbury primero expone una observación sobre las “ansias de cambio” ante las problemáticas que algunos países atraviesan. El músico abundó sobre el caso de México, país con el que asegura tuvo un flechazo emocional hace más de 20 años, cuando lo visitó por primera vez.
“Es un pueblo hermoso que a veces pienso que no merece los gobernantes que tiene. No hay acciones en las que el gobierno avance para cubrir necesidades básicas (…) es insultante que haya 50 millones de pobres en un país con tanta riqueza natural”.
Señaló que se mantiene informado sobre los temas actuales en México, como las afectaciones en Acapulco y otros estados por el paso de los huracanes Ingrid y Manuel, así como de las reformas que propone el gobierno de Enrique Peña Nieto. “Cambios que parecen ser para satisfacer necesidades económicas de poderosos y no del pueblo”.
En la segunda parte de Palosanto, Bunbury invita a su público a hacer una reflexión interna de que el cambio social es más pequeño al que a veces se busca y que solo puede funcionar “si empieza por uno mismo”.
Asegura que la música no busca tener la influencia para provocar un cambio social, pero si exhibe una necesidad de reflejar a través de ella los tiempos actuales y sus problemáticas.
“Al final, hay que plantearse que quizá no sea cuestión de poner curitas, sino que hay un problema mayor que es la causa de estos pequeños o grandes problemas de la humanidad, que provienen de la avaricia de determinados grupos”, señaló.
Para el intérprete de El club de lo imposible la música cumple una función primordial en la lucha social, en especial para mover emociones: “Como músico, creo que existe una vía creativa y emocionante para explicar y comunicar cosas a través de canciones. Prefiero llegar al corazón que al cerebro”.
Con Palosanto Bunbury dice que busca generar esa “complicidad” con su público en sus conciertos, donde dejará los grandes foros para presentarse en espacios relativamente pequeños. El español se presentará en México en enero de 2014.
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