La agrupación retorna para traer un mensaje de prevención del suicidio entre los jóvenes.
La agrupación viene a la ciudad para coronar el concierto Rock x la vida este domingo.
El Informador
Desde las entrañas de la Ciudad de México, en un momento de distensión tras su regreso de Zacatecas, en donde Caifanes estuvo el 25 de septiembre, reparando el cuerpo para luego partir hacia Mexicali el 28, Alejandro Marcovich atiende el teléfono.
El guitarrista dice que por el momento la agrupación tiene pensado terminar la gira que se les propuso hacer. Y nada más. Todavía tienen que cubrir plazas en donde la expectativa madura antes de que lleguen. México y Centroamérica, entre los pendientes; ¿Sudamérica?, no lo sabe. Lo que sí sabe es que una vez que hayan terminado esta etapa verán qué es lo que puede seguir. Después de concluir este reencuentro en donde siguen llevándose bien musicalmente, como los matrimonios viejos, sabrán si los ánimos dan para continuar.
Caifanes vuelve a Guadalajara el próximo 30 de septiembre para aderezar el concierto Rock x la Vida. Marcovich invita a apreciar la vida, la propia y la ajena; la de cualquier ser vivo y la del planeta entero.
¿Disco? Marcovich dice que ese bicho está en el aire y no lo han aterrizado. Cuenta que han platicado que en algún momento tendrán que detenerse a platicar sobre un nuevo material. “Cuando llegue el momento lo decidiremos”, dice y calla, invitando al lance de otra pregunta.
—El reto es recrear la música de Caifanes tal como es y eso es lo que planteamos nosotros desde un principio. No hacer arreglos nuevos ni nada, sino respetar la música como era originalmente, sobre todo porque hay un público joven muy grande, creo que es la mayoría, que nunca pudo escuchar a Caifanes cuando ni habían nacido o cuando estaban muy chiquitos. La experiencia ahorita de escuchar a Caifanes en vivo es escuchar al grupo tal como era.
—¿Consideras que se puede reinventar la banda?
—Sí se puede. Cuando estamos ensayando surgen ideas. Estamos ahora cumpliendo esta primera etapa..., el potencial existe. No dudo que si en un momento dado terminamos con esta gira y decidimos juntarnos para ensayar va a surgir un Caifanes renovado con miras al futuro que no sabemos de qué color o de qué sabor vaya a ser, pero la posibilidad existe.
—¿Y qué posibilidades reales hay de hacer algo nuevo entre ustedes?
—Las posibilidades existen.
—¿Y voluntad?
—La voluntad para hacerlo la estamos dejando para más adelante. Estamos concentrados ahora en la gira, que ha sido una gira por etapas, en hacerlo lo mejor posible, y una vez terminando esto creo que será el momento de mirarnos a los ojos y decir: “Bueno, ¿y ahora qué hacemos?”, con todo lo que ha pasado y con el potencial que tenemos.
—En esa realidad personal de la que habla, ¿qué es lo más urgente?
—Lo más urgente sería un disco. Es algo que he dejado pendiente por mucho tiempo.
—Vienen a un concierto en donde el mensaje es positivo para los jóvenes, ¿cuál es el que daría usted en torno a un evento como éste?
—Se llama Rock x la vida pero sé que está dirigido a disuadir a los jóvenes que tienen tendencia suicida. El apreciar la vida creo que es un compromiso de todos, y tiene muchas facetas para interpretarse. Apreciar la vida, no sólo la propia sino la de los demás, el entorno, la vida de todos los seres vivos, la vida del planeta. El suicida es el que tiene tendencias suicidas y necesita apoyo médico pero también el que toma alcohol y sale a manejar borracho. Ese también es un suicida en potencia. Yo creo que tiene muchas caras esto.
—¿Cómo les ha ido este año juntos?
—Muy bien. Han sido conciertos muy alegres, muy divertidos, con mucha energía y también apoyados por la energía de tantos jóvenes que están yendo a nuestros conciertos. Esa es la gran sorpresa que hemos tenido. Sentimos una gran alegría.
—Al volver a Caifanes y tocar lo que ya está más que aprendido, ¿qué ha cambiado en este último año?
—De entrada tengo que reconectarme con el sonido de Caifanes. Mi discurso personal ya se aleja de lo que es la propuesta de la banda. Cuando toco por mi cuenta es un discurso muy diferente, entonces tengo que volverme a conectar con los arreglos, con los solos, con el estilo musical de Caifanes y eso es una labor que todos hicimos e independientemente de traer la energía de haber crecido en todos estos años como músicos. No son conciertos nada más de nostalgia, sino que de alguna manera proyectan una presencia renovada.
—¿Cómo calificas el momento de la banda?
—Un momento muy positivo, de mucha energía, de buena vibra entre nosotros. Disfrutando los shows y con buena disposición para lo que sea.
—¿Qué van a ver las personas que asistan al concierto?
—A un grupo tocando al máximo de sus capacidades, compartiendo su música con su público.
El dato
Proyectos en puerta
Las actividades de Marcovich no sólo se limitan a Caifanes, por muy solicitada que esté la banda. “Mi proyecto personal tiene muchas facetas, desde la parte educativa que he ido desarrollando al pasar de los años y que se plantea en talleres, conferencias y demás; música para películas, conciertos de improvisación, proyectos que hago de repente como lo que presenté en el Cervantino, que fue música de la época de la Revolución arreglada por mí, eso, más la posibilidad de hacer un disco como solista”.
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