Agencias
La nostalgia invadió la noche en el Auditorio Nacional con la presentación de Roxette, que deleitó a un repleto recinto que pudo recordar las décadas de los 80 y 90, cuando el dueto tuvo mayor éxito.
El público, en su mayoría arriba de los 30 años, charlaba acerca de los momentos que vivió con la música de la banda, e incluso algunos confundidos expresaban: “esa chica Roxette es muy guapa.
Luego de que los mexicanos de JotDog abrieran el show, al fin llegó el momento principal de la velada que inició con “Dressed For Success” y “Sleeping In My Car”, ante la complacencia del Auditorio Nacional.
“Hola México. ¡Cómo han crecido!”. expresó Per Gessie, integrante del dueto junto a Marie Fredriksson, antes de dar inicio a “Spending My Time”.
“Perfect Day” y “Things Will Never Be the Same” pusieron de pie al recinto, mientras que con “It Must Have Been Love” se creó un monumental coro que los suecos aplaudieron emocionados.
La gente se levantó de sus asientos para dejarse llevar por la música de Roxette, pese a que el Auditorio Nacional no es el lugar más idóneo para poder bailar. Así el movimiento de caderas y de cabezas acompañó a temas como “Fading Like A Flower”, “Crash! Boom! Bang!” y “How Do You Do”.
La banda resaltó el hecho de haber elegido a México para cerrar su gira, país con el que “estamos muy agradecidos por su apoyo”. Tras las emotivas palabras llegó el final de la velada con “Joyride”, entre gritos de la audiencia y aplausos desbordados.
Luego de una breve pausa el dueto decidió ofrecer unos temas más: “Listen to Your Heart”, “The Look” y “Church of Your Heart”. Ahora sí el show llegó a su fin no sin que antes la banda revelara su deseo de volver a encontrarse con el público mexicano.
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