martes, 11 de diciembre de 2012

Bruce Springsteen arrasa en el Palacio de los Deportes

Presentó su reciente producción musical por primera vez en México.

Notimex

Con un espectáculo que confirmó su estatus como leyenda viviente de la música, el cantante estadunidense Bruce Springsteen ofreció por primera vez un recital en la capital mexicana ante más de dos mil admiradores.

Springsteen, icono, ídolo y virtuoso de la armonía y la lírica, llegó al Palacio de los Deportes para satisfacer y dar cátedra de talento con su tour "The Wrecking Ball", el cual logró reunir por casi tres horas sus múltiples facetas como cantante para contagiar en todo momento con su energía y desenvolvimiento.

Poco después de las 21:00 horas, el músico originario de Nueva Jersey, acompañado de su emblemática E Street Band, comenzó su periplo musical con "Out in the street", "We take care of our own", "Death to my hometown" y "Wrecking ball", canción que da título a su reciente disco y gira.

Con estas melodías el artista de 63 años satisfizo a la hambrienta y sedienta multitud que quería sucumbir ante el sonido rock y folk desde tempranas horas afuera del hotel donde estuvo hospedado, así como en los alrededores del recinto antes de que abriera sus puertas.

Los espectadores quedaron complacidos desde el primer acorde y la primera entonación que emanó de la boca de este virtuoso músico quien demostró una vez más su desenvolvimiento sobre el escenario aventándome a su público, quien lo recibió con los brazos abiertos en un acto de emoción pura.

Plagadas con sonidos irlandeses y gospel, canciones como "My city of ruins", "Spirit in the night", "The river" y "Because of the night" consiguieron atraer con cada acorde a más seguidores a esta religión llamada Bruce Springsteen, que cuenta con millones de acérrimos fanáticos en todo el mundo.

El líder de 63 años derrochó energía y optimismo que quedaron en imágenes cuando se acercaba con sus seguidores, a quienes les cumplió el deseo de estar cerca de su ídolo.

Ello pudo constatarse cuando una chica logró robarle un beso de la boca a Sprinsgteen, quien en lugar de negarse cooperó para finalmente exclamar con un ensordecedor "yiiiiiiijá", acto que fue aplaudido por el foro de manera unánime.

Springnsteen estaba ataviado con una camisa gris, pantalón negro y chaleco del mismo color bailó siempre por el extenso escenario de más de 800 metros.

Es de destacar que esta plataforma contó con dos pantallas a los lados y un impresionante juego de luces que en ocasiones se dirigían a la audiencia para crear una atmósfera íntima y acogedora sin importar el fuerte frío que azotaba a la ciudad.

Algunos de los temas más aplaudidos y disfrutados por los seguidores fueron "She's the one", "Shackled and Drawn", "Dancing in the dark", "Born to run" y ""Waiting on a sunny day", durante esta última el cantante subió a una niña para dedicarle la canción, acción que consiguió los gritos y aplausos generalizados.

Aunque desde hace décadas ha sido comparado con Bob Dylan, debido a la manera de utilizar la armónica, la guitarra y el órgano para dotar de un sonido particular a sus melodías folk y rock; Springsteen demostró su peculiar desenvolvimiento escénico y vocal que lo hacen alejarse de lo que hace Dylan.

Esto quedó demostrado con la ejecución del clásico navideño "Santa Claus is coming to town" que acercó al público a la época decembrina. Este tema lo unió a "Tenth avenue freeze-out".

A lo largo de este extenso viaje musical que incluyó casi 30 canciones "El jefe" demostró que aún conserva esa alma adolescente, crítica, rebelde e irreverente que lo ha caracterizado durante su carrera.

Tras más de cuatro décadas de pisar diversos escenarios y ahora también el suelo mexicano, el originario de New Jersey demostró ser una leyenda de una raza totalmente diferente debido a las potentes y sustanciosas interpretaciones que convirtió en himnos para diversas generaciones.

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