sábado, 1 de diciembre de 2012

Thriller de Michael Jackson celebra tres décadas

Hoy hace 30 años la industria video musical se convulsionó con la salida al mercado del disco de Michael Jackson que mayor ventas registra en toda la historia

Luis Felipe Castañeda / Excélsior

Thriller, en su aniversario, no deja espacio para las dudas, es el treintón mejor conservado de la industria. El disco, que hoy celebra tres décadas de su lanzamiento, ha cumplido a cabalidad con las expectativas que tanto Michael Jackson como Quincy Jones, el productor del mismo, pusieron cuando lo grabaron. No sólo eso, las ha rebasado por mucho, tanto, que a la fecha, sigue siendo el disco más vendedor de toda la historia con 109 millones de copias vendidas en todo el mundo.

¿La razón? A decir de diversos críticos, el álbum llegó en el momento justo al mercado musical que en ese entonces, 1982, veía cómo se desvanecía el furor de la música disco y cómo ninguno de los géneros emergentes –punk o new wave, por mencionar algunos– lograban satisfacer del todo la demanda de los melómanos.

Ahí, en esa encrucijada, Jackson logró colocar un disco de apenas nueve canciones, pocas para la época, pero suficientes si se toma en cuenta que entre ellas se encontraban cortes como Thriller, Beat It o Human Nature, argumentos suficientes para que desde su debut se mantuviera por 36 semanas en las listas de popularidad de Estados Unidos en 1983.

La salida al mercado del álbum, el sexto en la carrera de Jackson y el sucesor del aclamado Off the Wall, no fue sencilla. Según diversos reportes, el cantante quería revolucionar la música con un disco que causara impacto, que dejara claro que el éxito que había conseguido en el pasado podría convertirse en su sello como artista, que el título del Rey del Pop no le era gratuito.


Así, cobijado y en complicidad con Quincy Jones, desde abril de 1982, Jacko buscaba, encerrado en los estudios Westlake de Los Ángeles y presionado por Epic, el sello discográfico al que pertenecía la fórmula que le permitiera superar el éxito que en aquellos tiempos suponían canciones como Eye of the Tiger, de Survivor, o I Love Rock & Roll de Joan Jett & The Blackhearts.

Poco a poco, las canciones iban tomando forma. Surgieron las primeras The Girl Is Mine, Beat It, Thriller, Human Nature y Wanna Be Startin’ Somethin’, pero Jackson quería más. Según Rob Hoerburger, crítico del New York Times, el último tema en ser concebido fue Billie Jean, el cual nació inspirado por el sonido que Jackson había encontrado en Daryl Hall y John Oates, quienes por entonces promocionaban I Can’t Go for That (No Can Do).

Finalmente, con el disco en tiendas, Epic apostó por The Girl Is Mine como el primer sencillo. La canción, un dueto con Paul McCartney, era la mejor apuesta del sello que, sin embargo, se encontró con una fría respuesta de la gente que sentía que Jackson traicionaba su estilo con una balada sin mucho chiste.

Sin embargo, luego llegó el turno para Billie Jean y Beat It, en el que se incluyó la guitarra de Eddie Van Halen. Con ambos el disco comenzó a tomar fuerza. Billie Jean llegó al primer lugar en la lista de popularidad, ganó dos Grammy mientras Beat It, por su parte, le valió a Jackson dos gramófonos más.

La fortuna había sonreído de nueva cuenta a Jackson, el tiempo, los fans y los números le daban la razón pues según reportes de la época, el disco vendió un millón de copias en su primera semana en tiendas, pese a la feroz competencia que mantenía con otros álbumes como 1999, de Prince, considerado por Hoerburger como mejor pieza artística que el vendible Thriller de Michael Jackson.

Wanna Be Startin’ Somethin’, Human Nature y P.Y.T. (Pretty Young Thing) fueron los siguientes sencillos del disco que tuvo en rotación radial siete de los nueve cortes que lo integraban y con los que Jackson preparaba el camino para Thriller, el séptimo sencillo en promoción, y el que terminó por consolidar su reinado.

El tema, compuesto por Rod Temperton, llegó a las estaciones radiofónicas un año después de la salida del disco, el 12 de noviembre de 1983, y permitió que el cantante hiciera una nueva contribución a la industria musical al mostrar que un cortometraje era posible.

El videoclip de la canción, dirigido por John Landis y filmado en locaciones de Nueva York y Los Ángeles con un presupuesto de 500 mil dólares, significó un parteaguas en la industria no sólo por el tratamiento visual de Landis sino por la música y la coreografía que Michael Peters creó para lograr que zombies y un Jackson convertido en hombre lobo bailaran sin parecer comediantes.

Con él, además, Michael quiso poner el cerrojazo final al ciclo de Thriller para concentrarse en sus proyectos futuros. Sin embargo, nadie parecía listo para dejarlo ir.

Tanto que el disco aún figura en listas de Billboard y como el más vendido de la historia.

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